Para Juan Felipe Lozano, su única salvación en medio de su enfermedad Terminal se encuentra en las manos de Dios

Una esperanza en medio de la muerte


Para muchos el personaje que relatare a continuación no tiene ninguna relevancia, pero los hechos que hacen parte de la vida de este, y la manera como los asimila, convierten a Juan Felipe en un verdadero ejemplo de esperanza de vida.

Este Joven a sus escasos veintidós años es un teocentrico de cuerpo y alma, dedicado a quienes se han convertido en su familia desde que era apenas un pequeño, sus padrinos, pues de su madre solo conserva leves recuerdos en su niñez, ya que un día se fue y jamás regreso y a su padre nunca lo conoció, aun así Juan sigue pensando que Dios tiene un propósito con su vida, pero lo anterior es solo la cuota inicial de las adversidades a las que se ha tenido que enfrentar, pero con quien verdaderamente se enfrenta a vida o muerte a la fecha, es con la enfermedad que le confirmaron hace ya dos años, si, Juan Felipe Lozano hace parte de la larga lista de colombianos con VIH SIDA.
Este sevillano se encuentra en su pueblo natal, asiste a una iglesia cristiana llamada Unión Misionera de Colombia donde recibe asistencia psicológica y para la que presta los servicios como auxiliar administrativo, además se ha convertido en uno de los lideres espirituales de cientos de jóvenes, no solo en su municipio sino también a lo largo de su departamento.

A Juan Felipe no le molesta hablar de su enfermedad y hasta asegura “si Dios permitió que me pasara esto, es porque no encontró otra manera de que me decidiera de una vez por todas a glorificar su nombre, de lo contrario me contraria aun entre el mundo perdido en el pecado”.

Nuestro personaje antes de conocer de su agonizante destino, asistía a la misma iglesia, solo que de manera intermitente y no con la misma devoción de la fecha, “tomaba las cosas de Dios como un juego y eso es lo que estoy pagando” Afirma
Para muchos suena contradictorio que esto se trate de la voluntad de Dios, pero para este creyente su enfermedad fue la única forma de que su creador lo pudiera sacar de las drogas, el alcohol, el sexo sin control y hasta la prostituciòn y asegura que Aunque hoy su cuerpo no se encuentra en las mejores condiciones, esta convencido de que su espíritu goza de una paz incalculable.

La vida de Juan transcurre entre su familia, el sena, donde se encuentra estudiando auxiliar en contaduría, su congregación y la Biblia a la que se aferra convencido de las promesas de sus paginas.
A la fecha se ha convertido en ejemplo de esperanza de vida para muchos jóvenes, solo espera que no se les haga demasiado tarde para acercarse a las promesas divinas, “pues la tentación esta galopante a nuestros ojos, “como aquella noche donde doscientos mil pesos por unas horas de buen sexo” encrucijaron a este hijo de Dios entre la vida y la muerte.